viernes, 14 de noviembre de 2008

DESCUBRIENDO MI LUGAR DE TRABAJO

El barrio de Cotocollao, en Quito Norte , es eminentemente obrero y de población india (quechua) y mestiza. Sus calles empinadas suavemente y de cantos rodados miran hacia el solemne y majestuoso Pichincha
  Para ir al centro, ya que al principio nos es muy difícil acostumbrarnos a las" ventas" del barrio que dentro de una muy relativa higiene -para nuestra mentalidad europea, te suministran todo lo referente a tocino, patatas, salazón, arenques, aceite, hígado de cerdo, cerveza, pisco butano... en medio de un carrusel de frutas y verduras del tiempo... que en Quito es todo el año, ya que su tierra es fértil y generosa. Pues para ir al centro, tomábamos el autobús (la guagua o el pulguero) y así íbamos conociendo la gentes que serían padres y madres de los alumnos que iba a tener en el colegio Alberto Mena e Isabel del Hierro de Cotocollao. Allí descubrimos un supermercado"europeo-americano" "LA FAVORITA". ALLÍ DESCUBRIMOS QUE PODÍAMOS COMPRAR JAMÓN DE JABUGO,VINO CHILENO O ESPAÑOL DE JUMILLA,ACEITUNAS RELLENAS... Y TODO LO QUE SE CORRESPONDE CON NUESTRAS COSTUMBRES EUROPEAS. El único problema: el precio;pues aun cobrando el equivalente en dólares, salía caro y costoso llevarlo hasta nuestra casa de Cotocollao. Íbamos a verla mientras acababan de pintarla y poner los muebles para poder vivir en ella.
   Una vez instalados y sobretodo situados en Quito-Norte-Cotocollao-Colegio-y Condominio el Carmen ,(nuestra casa) optamos para ir descubriendo las tiendas de la zona.      Una de ellas nos sorprende:una carnicería, la que tiene el matarife: las reses, (vacas o cochinos o gallinas o... penden de los ganchos de la pared, recién matados, abiertos en canal, calientes todavía, y el matarife con su cuchillo super afilado corta el trozo de carne que te apetece comprar.
   No había neveras ni cámaras, por lo que o la comprabas muy muy fresca(caliente) a alguna vez el color había cambiado hacia un ... no muy apetitoso. Hablando de neveras: tan pocas había que la Fundación fue lo único que no nos proporcionó para nuestra casa que por otra parte era muy bonita, con un gran salón comedor, cocina y servicio en la planta baja y tres habitaciones en el piso con cuarto de baño completo.Detrás un pequeño patio que Linda aprovecha para plantar tomates, lechugas, y más cosas. 
 Las habitaciones eran: una para nosotros dos, otra para invitados, VICTOR ESTUVO EN ESTA HABITACIÓN y otra que usaba yo para tratamientos de psicología matrimonial, la cosa iba realmente bien y no nos podíamos quejar. 
LINDA consiguió enseguida clases de francés en una escuela francesa y para los parvulitos, por la mañana y por la tarde lo dedicamos a preparar clases, administración del colegio, visitas para relacionarnos con otras personas fuera del colegio. Y así llega el primer día de clase que se inicia con una solemnidad deslumbrante: las autoridades académicas, el Recto-Mons. Romero-, los profesores, y yo y los miembros prominentes de la fundación junto al Vicario General, el párroco y los miembros de la Junta Directiva de los padres de familia: discursos, alabanzas, promesas, esperanzas, ilusiones de todos, incluidos los más de 150 alumnos que este año se han inscrito en el centro. La ceremonia acaba con el himno nacional de Ecuador, los aplausos.