Cuando intuyes que no vas a estar solo, que el nuevo camino que se inicia ante ti va a ser compartido y consentido... es que algo nuevo se mueve en tu interior.
Descubrir al ser que amas, sentirte amado, escuchado, protegido, animado, ilusionado... y no sé que más, cuando tu pensabas que ibas a dar lo que estás recibiendo es muy fuerte!!
Descubrir que no eres tú el que escuchas, sino que eres escuchado, que no eres tu el que consuelas, sino que eres consolado, que no eres tu el que protege, anima, ilusiona y da fuerzas, sino que eres tu quien es consolado.... esto, cambia una vida, unos horizontes, unas esperanzas y unas perspectivas de futuro que nunca sabes hasta dónde llegarán.
Ahora con la distancia, con los treinta y cuatro años de camino andado juntos, al mismo tiempo, y por los mismos derroteros... empiezo a descubrir que los horizontes no se acaban y que cuando los dos miramos juntos a lo lejos... el mundo se me hace infinito y las ilusiones no se ahogan en dudas , sino que se confirman en esperanzas permanentemente compartidas.
He de reconocerlo, me ilusiona decirlo y pienso que es justo hacerlo y proclamarlo:
SINO FUERA POR MI ESPOSA, LA MADRE DE NUESTROS DOS HIJOS, mi vida hubiera sido, sin lugar a dudas, una tremenda y profunda hipocresía, cargada de ansiedad, torpeza y mucha falsedad.
Su complicidad permanente , y la fuerza y energía para seguir adelante que siempre me aporta (aún ahora), forman parte esencial de las siguientes entregas de MI VIDA COMPARTIDA, que por cierto tiene aires más alegres, románticos y también de intriga, pero siempre solucionados con nuevos entusiasmos.
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