lunes, 25 de junio de 2007

EL imponente AUGUSTUS SE ADENTRA EN RIO DE JANEIRO

Eran sobre las 6 de mañana y nuestro AUGUSTUS entraba majestuosamente en la bahía de RIO DO JANEIRO. Las tibias luces del amanecer competían con los destellos de las hermosas playas cariocas. En medio nosotros con nuestro buque adentrándose majestuoso hacia Río Janeiro, mientras la noche dejaba cada vez más espacio al día para dejar traslucir al fondo el "pao d'açucar" y el Sagrado Corazón en la cima del Corcovado acogiendo a los navegantes, y dominando con sus enormes manos todo el horizonte que se extiende a sus pies.
   Un poco más adentro, mientras el AUGUSTUS iba sorteando las preciosas ensenadas , las lucecitas amarillentas de las favelas se apagaban silenciosamente para dejar oír suavemente los chillidos de los "rapaçes y raparigas" que iniciaban su nueva jornada a ninguna parte. Esto lo recordaba, lo soñaba más bien en mi primera noche al regresar de Río Janeiro nueve años despùés de mi primer viaje a América Latina rumbo a Bolivia el año de 1963. !Que distinto me pareció Brasil! Me atrevo a decir el segundo Brasil, el que conocí en l972, era uno enteramente desconocido para mí. Lejos estaban la gracia de las mulatas, de los jóvenes robando graciosamente los relojes de las muñecas de los conductores ,sus enormes playas , sus suculentas feijoadas... Todo esto se transformó en odio, rabia, miedo, represión, angustia. Brasil no era Brasil, su luz era gris, sus playas oscuras, su Corcovado había perdido el aliento y yo sentía que ya casi no protegía. El despertador sonó a las ocho de la mañana. Estaba en casa de mis padres. Nadie preguntaba nada; todos me miraban, me observaban. !!Estaba muy delgado!! acertaron a decir. !Había perdido 14 quilos en el mes que "pasé" en Brasil de regreso forzoso a Barcelona.!

1 comentario:

Dani dijo...

Jeje, no sé porque no me soprende que no te dijeran nada, jejeje.... Pero oye, si es una manera de perder peso, igual a Diego y a mi nos interesa...

Saludos!!