viernes, 21 de mayo de 2021

Y DE LÉRIDA A SAN CUGAT

 No consigo recordar cómo hicimos el viaje y el traslado a la Facultad de Filosofía y Teología.

Pero llegamos, seguro y nos instalamos en nuestra nueva residencia.

Esta era muy seria-o lo parecía- y los de  primer curso de Filosfía- nosotros-, ocupábamos el ala derecha del  monumental edificio. El otro lado estaba ocupado por los que ya cursaban Teología. 

Eramos muchos , el comedor enorme, y cuando estuvimos los tres cursos de filosofía y los cuatro de teologia, éramos unos 150 jesuitas en formación, sin contar los profesores, jesuitas también, y los hermanos que ayudaban en las tareas domésticas.

Se sentía la juventud, la alegría, y la seriedad de unos estudios encaminados a la vida sacerdotal y religiosa y apostólica.

Teníamos una "tercera Facultad", quee era mimada por los hermanos y protegida por el P. Ecónomo ,el que manejaba el dinero para mantener a toda la tropa. Un ejemplo ilustrador

En invierno, por lo menos los tres que etuve allí hacía mucho frío y a veces ráfagas de viento que arrasaban con todo. En una de estas se rompió el vidrio de la ventana de la habitación de un estudiante. Pasaron días y días pidien do que le pùsieran el vidrio.

Encontró la solución final, fue a la "tercera Facultad", de noche, Cogio un cerdito casi recién  nacido y lo llevó a su habitación. Por la mañana fue al despacho del P. Ecónomo y le dice: Padre, en mi habitación tengo un cerdito que se muere de frío porque la ventana todavía está sin vidrio, ¿Qué hago? ¿? ¿? A la media hora vino el hermano carpintero y puso el vidrio y el cerdito pudo regresar, acompañado, a su facultad y con su mamá.

El 25 de setiembre de 1962 hubo las grandes inundaciones del Vallés, Nosotros íbamos a Sabadell los domingos a las parroquias de las barriadas. Al llegar a Can Puijaner no reconocimos el barrio, las barracas y casitas que estaban junto al rio Besós, habían desaparecido, ellas y sus pobladores; lás fábricas de tintes se las llevó la riada , a las fábricas, los telares y los trabajadores que allí estaban. Años después se encontraron, máquinas, y camiones  enterrados río abajo.

Un grupo de nosotros fuimos a Sant Adriá del Besos, estaba hundido, enbarrado, y la vía del tren colgando ya sin puente. Este hizo de barrera y al reventar arrastró casas, aninmales, personas, muchas personas, que aparecieron ahogadas hasta las costas . Fue un desastre. Poco podíamos hacer. Se nos ocurrió ir al Gobierno Civil de Barcelona, y reclamar máquinas excavadoras, y palas mecánicas. Fuimos en un coche con bandera blanca por la ventanilla y pasando por el paseo central de Las Ramblas. Nos recibió, escuchó y a las 4 ó 5 horas estaban las máquinas trabajando en Sant Adrià. Me iba a duchar a casa de mis padres, fueron tres días. Olía tanto a mierda, pero mierda de verdad, que algunos vecinos protestaron. Era lo que había por las calles de Sant. Adrià del Besos.

La gente se animó. No había ni agua para beber, y las Cervezas Damm, traían cajas de cervezas para beber y limpiarnos las manos. También trajeron algo de bocadillos o parecido. Si mal no recuerdo la familia de Lluis Puigjaner sj.y de su hermano José María,sj., fueron los que  proporcionaron todo esto durante varios días.

El año 1962 fue fatídico, con las riadas hubo más de 1000 muertos, pero el día de navidad del mismo año estuvo nevando durante tres días seguidos, abundanemente, día y noche, y quedamos aislados en la Facultad. Barcelona, Sant Cugat, y toda la comarca quedamos sepultados por la nieve . En Barcelona llegó a los dos metros, y en Sant Cugat pasó de los dos metros. Por la calle Balmes a los pies del Tibidabo hasta delante del piso de mis padres,  en el número 10, era todo una pista de esquí. Se cortaron todos los transportes incluidos los ferrocarriles y tranvías y autobuses.   

Dos recuerdos el alcalde de Barcelona admiraba la nevada, y tanto la admiró, que cuando quiso salir del balcón municipal no pudo pisar la calle, hasta después de tres días. En Barcelona no había máquinas quitanieves, las trajeron de Andorra... y lo que tardaron en llegar!

Otro. El Padre Enrique Comas de Mendoza construyó una pala de madera, la puso delante del tractor, y pudo abrir camino hasta el pueblo y hasta la estación de tren. Estuvimos aislados casi 5 días. Copió esto de las guerras de Julio Cesar.   Para algo servía estudiar historia de Grecia y Roma.  

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