viernes, 16 de abril de 2021

LA BARCELONA QUE YO RECUERDO

 Allá por el año 1950 , yo ya tenía 13 años, las idas y venidas de casa al colegio y del colegio a casa, podrían parecer monotonía del quehacer diario. Pero nada más lejos de la realidad.

Era en marzo de 1951 nosotros los estudiantes apenas conocíamos la realidad de los movimientos sindicalistas y la existencia de las CC.OO. (comisiones obreras), teníamos una consigna que tanto los profesores como nuestros padres nos inculcaban , "ir a clase no meterse en líos y estudiar para el mañana".  Era mucha verdad lo que decían, pero lo que pasaba en la calle era otra: 

De repente, al subir, nos encontramos en el tranvía un policía delante y otro detrás. No decían nada, sólo observaban.

Al cruzar la calle Balmes, apareció un grupo de gente que lanzaron adoquines contra el tranvía, los policías sacaron las armas, y nos hicieron esconder al suelo. ´¿Y ya está? , ¡No! continuó su trayecto hasta llegar a la plaza Universidad esquina Aribau, allí se armó la marimorena. Muchos trabajadores, muchos policías, , el conductor bajó del tranvía y nosotros nos escapamos como si fuéramos culpables. Nos escondimos en el cine Aribau, hasta que pasara la tormenta.

No llegamos al colegio, Esta situación duró varios días. Los periódicos -LA VANGUARDIA  Y EL DIARIO DE BARCELONA- decían lo mismo: obreros exaltados provocan altercados por la subida de la tarifa de los tranvías.

Sí que recuerdo que leía cada día LA VANGUARDIA y así me empecé a interesar por la vida ciudadana. Y un poco también la internacional, ya que en el colegio podíamos escribir artículos en el diario del colegio.

El alcalde fue destituido y el Gobernador Civil también, y las tarifas de los tranvías no subieron de precio.

Y volvimos al colegio, pero el ambiente ya era otro: Clases de Formación del Espíritu Nacional, desfile los lunes y los Viernes en formación con homenaje a la Bandera. y los padres jesuitas muy atentos a lo que comentábamos en el patio .

Pasada la crisis, que duró lo suyo y con tranvías que desviaban su ruta "sin querer", se habló del Congreso Eucarístico. Se inauguro en la Diagonal la plaza Pio XII. Se puso la primera piedra de "las viviendas del Congreso" y la ordenación de más de 800 sacerdotes fue espectacular y sobrecogedora.

La Sda. Familia, fue el escenario de los autos Sacramentales de Calderón de La Barca en el portal del Nacimiento (el único construido en aquel entonces).

La religiosidad lo impregnaba todo y las visitas a Hospitales de San Juan de Dios y a los orfanatos los sábados y domingos  y a los barrios del Carmelo y otros llenos de barracas y de gente que apenas podían malvivir, impregnaban la vida de los congregantes marianos , que nos convertíamos en catequistas.

Estas actividades mucho tuvieron que ver con la vocación jesuítica posterior.

Por las calles mucho bullicio y bastante policía. Nuestro grupo de alumnos y compañeros descubrimos dos bares en la Barcelona antigua muy interesantes, uno se llamaba "La oficina", el otro no recuerdo el nombre pero tenía unas fotos de Sofía Loren y la Gina Lolobrigida que nos impresionaban. la consumición obligatoria mínima era un chato de vino. Y esto es lo que tomábamos.

Y nos pasábamos horas contemplando las fotos. Para nosotros eran despampanantes.

En la Avda. Diagonal había otro igual, pero con el chato de vino había que tomar algo más. Una ración de olivas. Eramos cuatro o cinco compañeros, y pedíamos una ración de olivas .... para los cuatro a cinco. Tocaba a dos olivas por boca. Al final nos echaron. Y... No volvimos.

Las ramblas eran y son un lugar de paseo y de sorpresas de todo tipo hasta llegar al puerto. Las procesiones del Corpus y las conferencias cuaresmales del "Circo Price" (un salón de boxeo) eran unas de tantas sorpresas de las Ramblas. Pero había más. 

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