miércoles, 16 de junio de 2021

DE SORPRESA EN SORPRESA. LA INMENSIDAD DE LO DESCONOCIDO.

  Sea  en las flotas de los buses, o con la camioneta del Colegio, o en avión, siempre mirando a lo lejos  o junto  a mi como peatón despistado, las sorpresas son constantes, y modifican mi percepción de una realidad que desconozco por completo.

EL LAGO TITICACA Y LA VIRGEN DE COPACABANA.  

Una maravilla difícil de explicar su grandeza , sus totoras cruzando el lago, inmenso lago a 3.810 mts. sobre el nivel del mar con casi198 Kms. de longitud y que pertenece a Bolivia y Perú. La totora,  sirve para todo y se mima su cuidado.

Ví totoras en el lago sagrado de los Uros, y me impresionó, esas barcas hechas con la planta, las casas de las islas en el lago, hechas con la planta,, y como aprovechan las raíces que quedan para comerlas por su alto nivel de iodo. Y en medio de todo el inmenso lago sagrado de aguas cristalinas- allí no hay polución.

Y el santuario de Copacabana presidiendo, vigilando y protegiendo a los uros que cuidan y miman sus orígenes y su vida.

Teníamos ya hambre y vamos a comer al "restaurante" especial a los pies del santuario.

Una sala muy grande, unas mesas situadas a ambos lados de la sala, para unos seis comensales cada una, y junto a cada mesa  una  cholita con su anafe, sus olla grande, otra olla de agua "limpia" para limpiar los platos, y el servicio atento y esmerado para que te sientes y comas.

El sabor, buenísimo, los ingredientes también, el aroma digno de un "gran restaurante". El plato un cocido con todo, papas, quinua, cerdo, (chancho), creo que maiz,  no recuerdo más. Nos vamos, agradecemos, pagamos, muy poco, y nos vamos.

Se me ocurre dar la vuelta para mirar, veo a la cholita que está escogiendo de los platos, lo todavía aprovechable y lo sumerge con cariño, en la misma olla para los comensales siguientes. 

Esto era hace  casi ¡60 años!. ¡Y era riquísimo!

Por el camino, ancho pero de tierra, descubrí un paisaje, árido, con rincones teñidos de rojo porr la composición de hierro y del agua que desciende de los Andes, que impresionan y están a un tiro de piedra.

Las ruinas de TIAHUANAKU sorprenden por la grandiosidad y la geometría calculada de sus dimensiones. La Puerta del Sol está rajada, y el mismo sol se deja entrever brillando con el cielo azul de fondo impoluto. 

Descubro las ruinas, impresionantes ruinas, del templo del sol. y la Iglesia del pueblo construida con las piedras sacadas del templo inca y alrededores. No acierto a asimilar tanta inmensidad, y la pobreza de los moradores de los  pueblecitos  incas.

Creo que empiezo a descubrir una parte de la Bolivia que guarda su historia y vive su cultura y su religión.

El cementerio, cerca de las ruinas celebran el entierro, están regando con cerveza y con chicha la tierra donde reposa el difunto. La pachamama le acoge y sus parientes y amigos le arropan hasta bien  entrada la noche.  Seguro que descansará en paz.

Esta fue mi primera salida, como conductor y saqué aprobado.

La cordillera de los Andes, que se extiende a este y oeste del Altiplano es inmensa y tiene una especie de poder hipnótico, Al regresar y ver a lo lejos el majestuoso ILLIMANI que preside la ciudad de La Paz, al fondo ,el ánimo se encoge, y lo sublime supera lo imaginable.