sábado, 26 de junio de 2021

LOS YUNGAS , TRINIDAD Y CHUQUISACA

 Cada día me cuesta más seguir con este blog, empiezo a sentir que ya no tiene mucho sentido seguir desgranando "mi vida" cuando dentro de muy pocos días,  el 18 de agosto hará un año que  LINDA se fue.

Estoy seguro que todos comprendéis cómo la vida de jesuita me hizo descubrir otro modo de hacer y de sentir.

Salidas a LOS YUNGAS la carretera más peligrosa del mundo, para pasar de los 4700 mts hasta los 1200mt en el mismo día.

De clima del altiplano a un clima tropical frondoso y lleno de vida, aunque o para llegar allí, a LOS YUNGAS, te tengas que jugar la vida por los pasos estrechos y serpenteantes de los casi 170Kms de carretera construida por los soldados de la guerra del chaco, los prisioneros paraguayos.

Hacer marcha atrás hasta encontrar un rincón del camino para que el camión que sube cargado con frutas, sobretodo naranjas y pomelos y la yuca, y encima de todo los campesinos que llevan la mercadería hasta La Paz.

Es algo que hay que vivir, para entenderlo. Algunos la llaman la carretera de la muerte, en mis tiempos, se contaban unos 100 muertos al año por derrumbes, deslizamientos y caídas al precipicio de centenares de metros.  Pero  compensa, ¡si llegas al final del trayecto!, si no llegas,ya no puedes contarlo.

Estas situaciones te  hacen "calibrar el peligro", fortalecer la audacia y gozar del premio: HAS CONOCIDO otra faceta de la Bolivia, que no enamora, como dije de Barcelona, te atrae, te hace vivir y sentir la dureza  y la fuerza de la tierra y del indígena que lucha por sobrevivir... y en medio de todo el embrollo lo ves feliz en su dura vida.

Y si un día te vas, "te piras", siento la necesidad de regresar, y saldar mis cuentas para cumplir la promesa de trabajar por y para , no ya Bolivia, sino el mundo del tercer mundo sudamericano.

De Trinidad, ya conté el viaje en avión,cargado de piedras y cervezas,  la estancia y la humillación del indio, arrodillándose para que la Sra Ama pudiera bajar de la carreta de bueyes sobre su espalda.

Y para ser fiel al título de Chuquisaca, lo poco que conocí, fue la capital, Sucre, sede de la Corte Suprema de justicia, y me impresionó la influencia francesa en varios de sus nobles edificios y en un pequeño-gran detalle : LA TORRE EIFFEL,  en miniatura y con jardines copiando un poco los campos Elíseos. La torre no debe tener más  de 20-25 mts de altura. Pero mola!

A lo que iba,  Linda sintió y compartió conmigo el amor y el enganche a esta tierra, y sin pensarlo mucho, después de lo sucedido en Barcelona, no sentía otra alternativa que volver allí, no a Bolivia, por lo ya contado al principio del blog, sino al otro lado del charco, al Perú , donde tanto ella como yo podíamos empezar nuestra nueva vida. Pero para ella, la partida mía, casi por impulso, repulsión de "quien me vio nacer" y de quienes me vieron , y vieron a ella sufrir y padecer la angustia del regresar a París, desde Barcelona, fue un trompazo no esperado, y que nos hizo temer por la imposibilidad del reencuentro.

Los jesuitas me enseñaron a luchar, a tropezar, a caer, a levantarme, y sobretodo a amar, haciendo incluso tonterías irreflexivas para volver a reasegurar siempre la confianza y la perseverancia hasta el final.

El amor no tiene límites, no desconfía, es generoso, espera, no desespera y se basa en que los que se aman cumplen sus promesas, sin poner muros ni vallas ni límites.

Y esto y mucho más pudimos empezarlo, a pesar de los pesares en Paris, y pasearlo y disfrutarlo por medio mundo, aun con pedruscos y trampas en el camino.

Siento que este blog llega a su final, pero lo acabaré de la mejor manera que me salga para que sea un recuerdo vigoroso y sincero, de SU VIDA, DE MI VIDA  Y DE NUESTRA VIDA. Hasta el 18 de agosto de este 2021.

Mi primera declaración de amor fue el 20 de setiembre de 1973, fiesta de su aniversario, en París, con un ramo de 29 rosas rojas, y un beso muy largo que no terminó nunca jamás.


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