martes, 13 de octubre de 2020

CONTINUAMOS UN POCO MAS

  La salida de Mataró no fue fácil. Dejar nuestro primer piso,ya casi todo amueblado, con Sylvie ya pequeñita, que andaba por toda la casa, jugaba en el parque, íbamos a la playa y a Linda Mataró le gustaba mucho, pero como siempre y con muy buena cara enseñóa Sylvie a despedirse del piso para que no sufriera.

Au revoire, à tout -a - l'heure, Y Sylvie se despedía con mamá embarazada de Daniel  y subimos a nuestro DIANNE-6.

La casa en Ullastrell , al principio, no era lo prometido, pero el trabajo mío me permitía estar mucho más en casa y acompañar a Linda.

Por el catalán no había problema, ya que  dice Linda  "si me ayudan, si me respetan , si tratan bien a mis hijos, por qué no voy a intentar hablarlo y procurar sobretodo entenderles".  Si lo he conseguido con el francés y el castellano, 

Y esto se vio claro con el trato que nos dieron cuando nació   Daniel  y como cuidaron a Sylvie al complicarse las cosas después del bautizo.

Al rato de acabar y recoger todo, y poner los niños a dormir después de bañarlos, Daniel empezó a tener una diarrea  que ya apuntaba hacía algunos días, pero no preocupaba. Esta noche la cosa ya fue a mas y mas y mas.

Cogí el coche de noche, hasta Terrassa. Lo vieron tan grave  que lo ingresaron inmediatamente. No tenía teléfono portátil para avisarla, y me aconsejaron que volviera a casa y regresara por la mañana, el niño Daniel quedaba en sus manos en plan cuidados intensivos y que volviera por la mañana.

Llegué a casa sin Daniel, pero para llevarme a Linda al hospital, y cómo hacerlo con Sylvie y yo con el colegio.

No pasó más de un día. Mamá se quedó en el hospital durante el día, y por la tarde bajaba yo, y Sylvie se quedó al cuidado de la profesora de la guardería, la Sra. María, la secretaria del Ayuntamiento, la vecina de la casa, etc. No nos dejaban quedarnos en la clínica.  

Al llegar a casa por la noche, Linda  estaba rendida, se mueve un poco en la cama, y me dice: Josep  María, me he roto por dentro. Estoy mal. Tengo no sé que en la barriga.

Salimos otra vez para Terrassa, Sylvie al cuidado de la buena gente del pueblo, y la cuidaban con esmero y cariño, la pobre estaba sin papá y sin mamá. Dani estaba en una cunita de nurserie aislado para evitar contagios dada su debilidad.

Yo me tendría que quedar en el hospital, dice Linda  en Francia no dejarían estar al niño solo. Le hicieron la visita y le dijeron: Sra. Linda se ha de quedar ingresada; Tiene una eventración post cesárea y hay que operar. No puede esperar.  Y dice Linda: ¿Ves como me he de quedar a cuidar de Daniel? sino me quedo se nos va a morir.

Fue dramático.Solos pero acompañados de todos los vecinos. Con un permiso de Educación y mandar un sustituto unos días para organizarnos.

Sylvie estaba triste, se sentía sola, pero la cuidaban bien. Mamá no estaba  papá venía por las noches para arroparla pero tenía miedo.

Y así días. El niño aislado tras unos cristales, tenía meses 4 o 5. Me veía de lejos y me reconocía.

Linda se enfadó conmigo por no entrar , y le dice al doctor, es que si no va mi marido o yo misma, se nos va a morir¡¡ 

- Tiene el hijo ingresado?

- Sí y me dicen que no quiere tomar biberón y que está muy llagado.

-Si va con cuidado vaya , que se lo den en la nurserie pero no puede salir con su hijo.

-Pues voy: Llegó mamá , Dani la reconoció enseguida , le dieron el biberón a mamá, y empezó a chupar.

Vomitaba, y la mismo tiempo chupaba y sonreía a Linda. Linda vio que no soportaba los pañales de tela, por esto se irritaba tanto. Apenas pesaba 3.00kg.

El pediatra el Doctor Martín le recetaba una leche especial, traída de Holanda. Era carísima. 

-No saldrá del hospital hasta que y tenga la certeza de que la Seg..Social  se lo abonará por adelantado en casa durante un mes, por lo menos. Cada potecito daba para dos biberones. Y lo tramitó él, y Linda se repuso rápidamente. La dejaban bajar todos los días a estar con Dani. Pero seguía muy débil Y él comía y las llagas con los cambios de pañales, fueron desapareciendo. Ya sonreía a ella y a mi me reconocía en la distancia. Fue algo impresionante, tanto el dar el biberón mama en la nursery y chupar enseguida, como reconocerme a mi en la distancia. Juro que no son imaginaciones ni ilusiones¡¡ Las enfermeras estaban alucinadas con el coraje de mamá y el cambio de Dani al estar en sus brazos.

Mientras tanto Sylvie se sentía sola, la trataban muy bien, pero le faltaba mamá , la comida de mamá , arroparla de noche , beso de mamá y también le faltaba su hermano y papá.

Cuando y pudieron salir los dos de la clínica, Mamá estaba pálida y débil. Dani no pesaba más de 3.500.

La diarrea ya había cesado y en  Ullastrell se desvivieron con nosotros. En correos, nos guardaban cada semana un saco de 25 Kgs. de zanahoria, pues solo podía tomar zanahoria y la leche holandesa. Sylvie al estar ya todos en  casa se repuso y le colmaba de caricias a Dani y de besos y pedía estar todo el rato al lado de mamá y de Dani. 

Volvimos al colegio , ella al lado mío en la guardería, y cuando pasaba por la clase para ir al patio, venía corriendo para darme un beso a la ida y otro a la vuelta. Y mamá ya estaba a las 12.00 a la puerta del colegio para ir juntos los cuatro. ¡Por fin!

Una tarde-noche Sylvie nos dijo que podíamos salir un paseo un rato, que ella se encargaba de Dani. Lo hicimos. Se quedó sentadita en el sofá, y al regresar a los 20 minutos, allí estaba vigilando a su hermano que dormía en la cuna.

Un día , ya todos repuestos , decidimos ir unos días a París, con su hermana Augusta. Se lo pasaron muy bien; el coche DYANNE-6 aguantaba todo, y llegaba a todas partes, tarde, lento, pero seguro. No nos falló nunca. Al regresar de París, me entero que tenía que escoger otro destino, hasta que fuera definitivo. A lo loco, fui y escogí GELIDA, que estaba cerca de Ullastrell. No tenía bastantes puntos para ir directamente a CASTELLDEFELS.


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