viernes, 2 de octubre de 2020

PEQUEÑAS ALEGRIAS EN CARTAGENA

La estancia en Cartagena la podemos disfrutar, la ciudad guarda su encanto colonial, mestizo, blanco , negro, y un clima para disfrutar de sus playas y calles bulliciosas.

Con una guía turística del hotel intentamos visitarla, y sus iglesias, sus monumentos, sus murallas y sus fuertes protegidos por los enormes cañones  y grandes espigones que se adentran . Hicimos excursiones a Boca Chica un islote lleno de cocotales, a Barranquilla con sus palafitos como la casita de San Jacinto, y enormes manglares...

Las tiendas y restaurantes son en Cartagena una vuelta al pasado y en ellas encuentras de todo lo que un turista puede desear encontrar  y como la serpiente que tienta a Eva, nos dejamos tentar  por unos jóvenes que a la misma puerta de la tienda nos ofrecen el cambio de divisas a un 10/1. Entramos en la tienda, preguntamos, miraron los billetes que nos daban  a cambio de los dólares USA; Son pesos colombianos verdaderos, hacemos el trueque de mano a mano (yo muy desconfiado) y Linda mirando a los dos y a un tercero que al otro lado de la calle parecía esperarles . Dos veces comprobamos, dos veces el tendero , dio su V.B. y nos fuimos al hotel a comprobar el éxito de nuestra "compra" de pesos colombianos.

Seguro  que ya te los han robado¡¡ No que los tengo bien cogidos con la mano en el bolsillo y no la saco de ahí.¡¡ Ya verás! Te habrán dado papeles doblados¡ Entramos al hotel, saco la mano y los billetes . Empiezo a contar y!¡!¡ el primero era de 20 pesos y todos los demás de 1 peso . Nos habían estafado prácticamente 180$USA de los 200 que cambiamos.-

Fuimos al consulado, el cónsul muy amable nos dice que no vayamos a la policía a declararlo porque todavía nos pondrán una multa y que  a veces están conchabados con los delincuentes para sacar propinas. Después rectificó : Quiero decirles que mejor no vayan y den el dinero por perdido. Fuimos a la policía reconocimos nuestra culpa,. pedimos perdón y misericordia.  El comisario nos atendió, insinuó algo del cónsul; tomó nuestros datos, en que calle fue y a qué hora.  Y cuándo salía nuestro buque hacia Barcelona.

Dentro de tres días, o sea el domingo. Es muy justo, ya veremos si los encontramos. Al día siguiente nos llama para que vayamos a la comisaría. Al entrar nos dice: tengo aquí las fotos de los  que trincan a turistas...como vdes. ; si los reconocen les devolverán el dinero.

Pasan páginas de foto-carnets y Linda dice:

éste,  y el de más arriba a la derecha  y falta uno señores., dice el comisario, !Busquen, busquen¡ 

Pues será este que estaba al otro lado de la calle, nos miraba todo el rato y miraba arriba y abajo de la calle.

-Señora, es usted increíble¡¡ Los tres van siempre juntos¡¡ ¿Cuándo han dicho que sale el barco?, pasado mañana por la mañana. 

Si los localizamos tendrán su dinero, pero no hicieron bien.

Por la mañana del día siguiente vino el comisario al hotel, con un sobre, aquí está todo en dinero colombiano, y al cambio oficial, menos lo que vdes. ya se quedaron. Y que tengan un feliz viaje¡¡

Nos reímos, un poco atontados  por las explicaciones mucho más largas del comisario, y al día siguiente , subimos a bordo para iniciar el viaje -esta vez sí de placer- UN AUTENTICO VIAJE DE BODAS con regalos sorprendentes de la tripulación, hasta llegar a Barcelona meta final.

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