domingo, 4 de octubre de 2020

RUMBO A BARCELONA

Esta ruta yo ya la conozco. La hicimos  Bach, Villasante y yo mismo en el año 1966, al regresar de Bolivia, para estudiar teología.

Con Linda, la hicimos , desde Cartagena  el año 1975. 

Fue una maravilla, no exenta de sorpresas. Al principio nos pusieron en camarotes separados, por obra y gracia de la Fundación. Pero conseguimos arreglarlo rapidamente, y por cierto bien arrreglado. Un camarote con ojo de buey exterior y sólo para nosotros dos.

Después vinieron las excusas, las disculpas, y al tercer día de navegación, el contramaestre nos viene a saludar, si estamos bien acomodados, y si aceptamos las disculpas....

El Capitán desearía hablar con ustedes . Vamos al camarote del puente de mando tiene unas copas de cava  o de martini, al gusto y vuelve a pedir disculpas, acompañadas de un ofrecimiento: a partir de hoy van a pasar al comedor superior y tendrán acceso libre al puente de 1ª clase y a las salas de juego de la misma clase. Pueden tomar las bebidas que quieran y serán a cargo de la Compañía  del buque  VERDI.

Estamos soñando? No¡ Era simplemente cuestión de "clase" y de" savoir faire". La ruta de maravilla, y más en estas condiciones. Curaçao, Maracaibo, Islas ..Canarias -Tenerife - y Barcelona.

Un a enorme tormenta marina nos separa unos 300 millas de la ruta prevista. Los mareos, caidas y demás están presentes durante dos días. Un calor sofocante tropical aparece en cubierta cuando cesa la tormenta, nos obliga a refugiarnos en la sala alternando con oficialidad y pasajeros.

Llegamos a Tenerife y nos entregan una carta con el remite de José Sugrañes s.j.  conminándonos a no quedarnos en Barcelona definitivamente. La familia no aceptaría nuestra presencia . Y esto podría provocar problemas a los jesuitas  de Lauria 13.

También recibimos dos cartas una de Juan Cuatrecasas y  otra  de Simón Artigues y Helena ofreciéndonos toda la ayuda, venir a buscarnos y alojarnos en su casa, hasta que  tuviéramos trabajo seguro y pensando que la familia aceptaría al final nuestra decisión.  Al llegar al puerto de Barcelona, están  estos amigos, vemos más fácil estar con Simón y Helena ya que viven en el centro de Barcelona y para desplazarnos, tanto para el trabajo como para buscar vivienda nos permite mayor agilidad. Si mal no recuerdo estaba también  Juan Fisas.

Mis padres vivían entonces en la calle Balmes, junto a Pelayo y Vergara.   De casa de Simón y Helena eran menos de diez minutos a pie. Y todos de acuerdo para ayudarnos en la búsqueda de trabajo y vivienda. !Que suerte tuvimos con todos ellos¡

La recepción familiar brilló por su ausencia y por ignorarnos. A los dos días fui a ver a mis padres, ¿No te ha dicho el padre Sugrañes que no vinieses? Mejor que no vuelvas más. Me equivoqué y volví otra vez para templar gaitas, y resultó tan desagradable como la vez que MI HERMANA PILAR  NOS GRITÓ POR EL HUECO DE LA ESCALERA PARA QUE NO SUBIÉRAMOS A CASA DE MIS PADRES. 

Linda lloraba, y por suerte nuestros amigos estaban, nos ayudaron a buscar un piso, amueblado en la zona del metro  Alfonso XIII . aguantamos , conseguí trabajo en una academia de la calle tallers de profesor de castellano y latín. Linda se situaba en Barcelona. 

Casi tres semanas estuvimos con Simón y Helena, y Linda hacía lo imposible para ayudarles en casa, hasta llegó a ir a comprar al mercado de Sant Antoni en la Ronda, mientras Helena se preparaba para el parto.

Visto lo imposible de las relaciones con mis padres y mi hermana que todavía vivía con ellos, ampliamos el campo de búsqueda de trabajo, y logré  uno excelente,  de Director del colegio GEM de Mataró, Nos ayudaron a buscar piso, y allí  "plantamos nuestra tienda," en la calle Jaime Recoder.

Un piso casi nuevo,  nutriéndose de las ayudas de los amigos: sillas, mesa, sillón de despacho por si tenía clase , espejos, alguna lámpara, una cocina, unas camas, unas sillas de comedor etc., una nevera pequeña , teléfono  y agua, gas y luz instalados y funcionando.

Las relaciones con mi familia más cercana se rompieron del todo y solamente me quedaba un anclaje, mejor dos: por una parte mi hermano y por otra mi tieta Pilar, que se enamoró de Linda y que siempre,más tarde , en alguna reunión de aparente cordialidad familiar, se ponía al lado de Linda.

Perdón. Corto el relato.

(Hoy hemos vuelto al cementerio a hablar un poco con mamá, y cambiarle las flores. Creo que estaba tranquila y descansa en paz) ¿ Sabéis de quien  está acompañada?     Precisamente de la tieta Pilar, hermana de mi padre, y de su marido Jesús que también llegó a conocer a Linda.Eran dos muy buenas personas, y siento que nos querían. Mejor no podremos estar más tarde los dos juntos. y con buena compañía.

He hecho este paréntesis porque estaba luchando entre mis sentimientos más profundos  de la ausencia de Linda, y el compromiso por explicaros nuestra vida  hasta el día de hoy. Pero me está costando más de lo que yo creía.


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