El DYANNE lo aguanta todo. Se diría que disfruta yendo de un lado para otro, no para nunca quieto, es como el compañero de viaje o como DARTACAN primero y PUNKI después que nunca se separaban de nosotros.
Con ellos (de uno en uno, nunca tuvimos dos perritos juntos) viajábamos a donde fuera.
En el colegio Torre Barona apareció un perrito en el despacho de la tutoría, sentadito en la silla del profesor. Se lo dije a Linda, y me dijo que lo trajera a casa. Los niños también lo querían. Era guapísimo, pequeño color canela y desde que vino a casa nunca más se separó de nosotros. Una vez se escapó, cayó a una zanja de la Avda. Manel Girona. LLegó llenó de barro. Estaba muerto de miedo y frío. Linda lo limpió.
Desgraciadamente un pastor alemán, le mordió al cuello cuando Sylvie lo paseaba, siempre atado. Linda lo curó, lo llevamos al veterinario . Lo curó muy bien, pero duró poco más.
Con él, nuestro infatigable DYANNE, Sylvie y Daniel viajamos hasta París, y Portugal para que nuestros hijos conocieran la casa y la tierra donde nació Linda, en Mazarefes, en el conselho deViana do Castelo, la tierra de sus padres y de todos sus hermanos, menos Eugenie que ya nació en Francia.
Iba tan lento que teníamos que hacer "parada y fonda". A mí también me iba bien. Descansaba de conducir, y podíamos visitar, Soria, Zaragoza, Valladolid, Aranda de Duero (se nos astilló el vidrio del coche¡¡) Pero seguimos hasta Viana do Castelo ,después de repararlo.
Tenéis idea de lo que es llevar dos niños menores, un perrito, y habilitar el asiento de detrás con bolsas, algún juego, mantitas, muñecos, para que pudieran echarse y descansar , agua, y una nevera llena y detrás en el maletero maletas, comidas praparadas, agua , ya que hacíamos estos viajes por primera vez, pero así lo hicimos siempre. Si salíamos salíamos todos y disfrutábamos todos de la alegría contagiosa de los niños y la felicidad de Linda que veía realizados uno de sus sueños tener hijos y dedicarse a ellos. !Hasta un orinal llegamos a llevar. ¡Los días antes de una salida larga , era un trajín,: conservas, esterelizarlas, pañuelos, purés preparados por ella, fruta , y ropita para cambiar, y después ropa, juegos de mesa, cuentos infantiles... No faltaba nada. Yo iba cargando el coche, hasta las orejas.
Quería que la recordasen como la mamá que siempre estuvo a su lado, junto a mí, y que les dedicaba lo que más ansiaba dar: SU AMOR.
Todavía recuerdo a Dani y a Sylvie , ¿Papá no te falta gasolina? El coche corre poco ¿N0?. O bien ahora sí que vamos aprisa, ya no se ven coches ni delante ni detrás¡¡ Es que hemos corrido mucho y no nos alcanzan (por la nacional de Soria- Palencia no se veía ni Dios).
Una vez al llegar a Verín y seguir por el río Limia, un ruido tremendo nos espantó, el perrito salto del susto, rompió la correa, y desde entonces se quedó siempre debajo del asiento de mamá. Hasta llegar a destino. Una explosión de dinamita del pantano que estaban construyendo fue la causa.
Descargar el coche era un chiste, parecía que se desinflaba.Ni la familia Ulises de nuestra niñez lo hubiera hecho mejor .En la laguna de Puebla de Sanabria, metimos a Dartakan en un cesto (pidiendo permiso) y no hizo el más mínimo ladrido, pero vigilaba si nos íbamos o no. Durmió mejor él que nosotros.
Se notaba que ya teníamos piso propio en la calle Iglesia 73 de Castelldefels, y que no había "okupas". Y que la familia, la que no juzgaba, la que quería a Linda de verdad, desde sus padres hasta todos sus hermanos nos recibieron y nos acogieron. !Chapeau¡ por ellos. Linda se lo merecía. Y ellos no escondían el temor que tuvieron cuando desapareció para huir de quien la atormentaba y reunirse conmigo en Lima. A mi no me conocían
!Hay que tener agallas para hacer este viaje, sin alforjas, sin dinero, sola , esperando que al otro lado esté quien te ha prometido amor¡ !Y estuve¡ Y forjamos nuestra felicidad y nuestra vida juntos, no sin temores, miedos y también dudas. Pero estuvimos a partir de Lima, 46 años juntos¡¡
QUERIÉNDONOS SIEMPRE¡ Queríamos vivir intensamente recuperar el tiempo pasado y parti cipar de todo con todos los que nos querían. Lo intentamos hasta el final. Año 2013. Y así fue. Los que tenéis la carta abierta que Linda escribió, y que yo suscribí, seguro que lo comprendéis.
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