Al establecernos en Castelldefels la vida nos enseñó a vivirla, con sus trampas-sorpresas pero disfrutando de una ciudad pequeña, abierta al mar y al mundo, y con ganas de ser un referente turístico. Y lo consiguió.Las Olimpiadas ayudaron mucho a conseguirlo.
Al firmar la escritura de compra, el vendedor puso un apéndice:" está enterado de la situación del ascensor". Yo era más joven y ya confiaba en la buena fe. Y firmé.
Al preguntar me contestó que estaba mal instalado y había que revisarlo muy a fondo.
El bloque tiene tres pisos, y varias sorpresas de inexperto: El tercer piso estaba por acabar. El ascensor no funcionaba. El agua estaba conectada para todos a la red general sin tener ni un solo contador para nadie. Solamente había el contador de la obra, y el timbre del interfono , estando ya nosotros allí, lo robaron enterito. Esto dos veces. Debíamos ser muy tontos e inútiles.
Se me ocurrió convocar a los vecinos ( no había presidente ) para explicar lo que había detectado.
Uno de ellos dice: Y lo que no sabéis¡ A mi no me ha pagado el constructor, por esto he ocupado el 3º 5ª, y me lo he arregladol. Los del 2º 2ª y 3ª, dicen lo mismo. Nos quedamos el piso , y deuda zanjada.
Además el constructor se ha largado y ya no sabemos nada de él. Unos años después descubrimos que estaba construyendo unas viviendas unifamiliares por el mismo sistema, cobrar una parte, edificar un poco, cobrar otra parte y desaparecer. No pongo su nombre. Pero me lo sé.
Consulté, me informé, !un poco tarde¡, pude aclarar y recomponer lo que afectaba a la comunidad.
A los pocos días decidieron que fuera yo el presidente de la comunidad, y Linda hacía de secretaria-tesorera. Y qué bien llevaba las cuentas.
Llamé al ascensor, para que vinieran a arreglarlo. Y vinieron, se llevaron el motor, las poleas, en una mañana, y que ya volverían... si pagábamos la deuda del constructor. Una vecina ,la señora Paca, vio cómo se llevaban los aparatos, y me viene a felicitar: "Señor maestro, que rápido consigue las cosas. Hoy han venido y se han llevado el motor y todas las cosas... para arreglarlo.". Gracias maestro¡¡ Y nos quedamos sin.
Tardamos unos tres años en poder reinstalarlo (sin pagar la deuda, previa denuncia al juzgado).
Lo celebramos por todo lo alto, hasta el tercer piso¡
La batería del agua también se arregló; De acuerdo con la compañía, calculamos a prorrata lo que correspondía a cada vecino por años y por ocupantes de cada puerta. Costó Dios y ayuda que entendieran que había que pagar y además instalar la batería, o nos cortaban el suministro. En seis meses todos los vecinos cumplieron.
Al que me costó más convencer fue al dueño del Bar Barba Roja. Llevaba 4 años y nunca pagó agua, pero era muy "generoso "con la tienda de muebles de enfrente, puso una manguera larga y les regaba y limpiaba los camiones de transporte , se lo agradecían, tomaban su café en el bar y lo que fuera. Pero cuando le pusieron el contador de agua !AAAHHH se acabó la generosidad.
Mañana más muestras de inexperiencia y credulidad. Aunque uno nunca aprende suficiente.
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